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Hace mas de veinte años atrás trabajaba como cobrador, así que viajaba a varias partes del sur de Chile. Una vez estaba en Concepción y caminaba por la calle Orompello cuando de pronto escuché "Tarot", miré alrededor y no había nadie, había escuchado claramente una voz femenina, pero miré y no había nadie. Seguí caminando y entré a una galería, de pronto, giro mi cabeza y me encuentro con una vitrina llena de tarots. Entré, pues no creo en las casualidades sino en las causalidades. Quien cree en la magia puede verla. Así que me decidí a comprar mi primer Tarot, el vendedor me preguntó, cuál quiere, no sé, le dije, traigame varios para verlos. Así que el vendedor me trajo varios, pero el que me llamó la atención fue el Tarot de Marsella de Fournier. Así que ese fue mi primer Tarot. 
Luego, con los años, uno va depurando la técnica como lo hace un músico o un artesano. Tengo muchos tarots, pero con el cual estoy trabajando ahora es el Tarot de Marsella de Camoin y Jodorowsky. Es una decisión muy personal las cartas con las que trabajas, por ejemplo, mi elección fue, otra vez, una causalidad, porque un día domingo desperté como las 9 AM y encendí la TV y escucho, "poeta, tarotista, sicomago, cineasta, novelista..."  Y dije, ese quién es, se parece a mí, poeta y tarotista. Compré todos sus libros y lo hice mi maestro. Por eso uso ese Tarot.

© Marco Massoni-Oyarzún, 2018.


 

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